Apendicitis. ¿Qué es? Síntomas y Tratamiento



Por Dra. Lorena Patricia Martínez M.


Para comenzar a entender esta enfermedad de gran importancia, primero debemos saber qué es el apéndice.
En la actualidad se considera como un órgano que posee funciones de reservorio de bacterias, y a la vez realiza una función en el sistema inmune; es decir, participa en el sistema de defensas  de nuestro organismo. El término apendicitis, el cual llegamos a escuchar con frecuencia, incluso en conversaciones cotidianas, es una urgencia médica quirúrgica causante de uno de los dolores más intensos que se pueden padecer. 



          El apéndice se suele encontrar localizado en el abdomen inferior, en el lado derecho de éste; sin embargo, puede haber variaciones anatómicas. Posee una forma alargada similar a un gusano. En su interior hay una especie de túnel de calibre pequeño. Se podría decir que el apéndice era una sección del intestino que fue disminuyendo de tamaño con el paso del tiempo hasta atrofiarse poco a poco. El túnel interno descrito se puede obstruir muy fácil y ésta obstrucción desencadena la apendicitis, que es la inflamación del órgano con su consecuente evolución: ausencia de irrigación de la sangre al órgano, muerte del tejido apendicular y por último, la perforación del apéndice. 
          El contenido del apéndice, como ya lo mencionamos, tiene flora bacteriana y el hecho que se derrame en la cavidad abdominal es un riesgo importante para la vida del paciente porque estas bacterias pueden ocasionar una infección generalizada.  
La apendicitis se puede presentar en personas de todas las edades, desde lactantes hasta en personas de la tercera edad. Además de dolor intenso, que no cede en absoluto y se incrementa con el paso de las horas desde su comienzo, también puede haber vómito, endurecimiento del abdomen y fiebre. Aunque, en realidad los síntomas pueden variar de persona a persona y depender de la edad del paciente. La herramienta diagnóstica de imagen más aceptada en la actualidad es por medio de ultrasonido. Por supuesto, el interrogatorio de una historia clínica de la persona afectada es esencial para establecer la sospecha de esta enfermedad. 



Otros estudios que se utilizan son  las pruebas sanguíneas como biometría hemática y los valores de la proteína C reactiva. En caso de que el ultrasonido sea dudoso se puede realizar tomografía o incluso resonancia magnética; en algunos casos, estos estudios por ser de elevado costo y no encontrarse en la mayoría de los centros de atención no se recomiendan a todos los pacientes. 
Una vez establecido el diagnóstico de apendicitis la resolución más común es de tipo quirúrgico y se denomina apendicectomía. Los cirujanos pueden ofrecer dos opciones, una, que la técnica sea abierta, o bien, que sea por vía laparoscópica; esto dependerá tanto de cómo se encuentre en general el paciente, como de la experiencia del cirujano. No obstante, en algunas ocasiones se opta por la técnica abierta como única opción debido a la gravedad del paciente.  
La resolución quirúrgica deberá realizarse entre las primeras 24 a 48 horas como máximo luego del comienzo de la enfermedad porque después de este periodo aumenta el riesgo de perforación hacia la cavidad abdominal.  Por eso, si el dolor se presenta por más de 48 horas, pero es intermitente y no muy fuerte, ni se desencadena en un abdomen agudo, lo más probable es que no sea apendicitis y por lo tanto, es necesario descartar otras causas. 
En cuanto a la experiencia de México a nivel institucional, las alternativas al tratamiento quirúrgico continúan en controversia. Factores como la resistencia a los antibióticos, otros diagnósticos como el cáncer -cada vez más común- y otros grados de complicaciones dependientes de cada individuo, reflejan que la actitud debe ser conservadora, evaluar cada caso y sólo en unos cuantos decidir alguna alternativa a la cirugía.

¿Estás pensando en apendicitis? El ultrasonido es el método de imagen adecuado para su diagnóstico. Este artículo es sólo informativo.  No subestimes ningún síntoma, acude con tu médico de cabecera.


Referencias:
Becker, P., Fichtner-Feigl S., y Schilling D.(2018). Clinical Management of Apendicitis.Visceral Medicine.34, 453-458.






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