Prevención del cáncer de mama


Por Dra. Lorena Patricia Martínez M.

En términos clínicos, en el llamado Trastorno de uso de sustancias o también conocida como drogadicción se estudian los efectos de sustancias como la nicotina, el alcohol, la cannabis, los psicoestimulantes y los opioides. Actualmente sólo en Estados Unidos, este mal hábito, tiene un costo de 400 mil millones de dólares por año, e incluye las consecuencias de sus efectos como lo son: el crimen, la baja productividad laboral y el deterioro paulatino de la salud.  En cuanto al aspecto social, los factores determinantes para generar una adicción  son: el aumento del estrés del estilo de vida citadino y antecedentes de abuso infantil. 

     El fenómeno de la adicción, desde un punto de vista biológico, se relaciona con las vías de respuesta al estrés, relacionados con la recompensa y la sensación de ansiedad. El mecanismo estudiado en modelos animales y también en humanos sugiere que el efecto de la nicotina da como resultado la liberación de sustancias en el sistema nervioso que regulan la sensación de satisfacción; sin embargo, estas mismas sustancias producen un estrés constante por sí mismo que es calmado por la sustancia adictiva. Este ciclo puede transformarse en un ciclo que es difícil de romper para algunas personas al volverse un círculo vicioso. Para otras personas es fácil romper este ciclo y dependerá de muchas variantes como el estilo de vida, los antecedentes personales y la propia conformación de la esfera psico-bio-social de cada individuo. No existe una cura mágica y siempre se debe de considerar una adicción como una circunstancia que debe de ser atendida por un grupo multidisciplinario.[1] 


     El cáncer relacionado al consumo del tabaco se puede prevenir mientras se reconozcan estas características. A grandes rasgos, el cambio en el estilo de vida  es esencial, mantener una alimentación correcta y una práctica constante de  actividad física son los pilares para no caer en el abuso de sustancias o poder romper con el círculo vicioso. La autoexploración física de mamas es otro elemento importante de prevención para el cáncer de mama y ésta debe iniciarse desde etapas tempranas. La mastografía que es un estudio de rutina para el diagnóstico de cáncer de mama debe realizarse posterior a los 40 años, por lo menos una vez cada dos años hasta que se cumplan los sesenta y nueve . Si tienes dudas de cómo realizar la exploración tu médico puede enseñarte, o bien, realizarlo. Acércate al centro de salud más cercano para atender tu esfera integral, sólo de esta forma reduciremos las defunciones innecesarias por esta enfermedad… no estás sola.



[1] Wemm, S. y Sinha, R. (2019) Drug-induced stress responses and addiction risk and relapse.  Neurobiology of Stress.10 (100148). https://doi.org/10.1016/j.ynstr.2019.100148

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